Este artículo es una traducción del original en inglés de Thom Wall que puedes leer aquí.
Hace algunos años, el Circo del Sol se puso en contacto conmigo. Estaban interesados en si podría aprender y ejecutar los trucos de malabarismo «cónico» de Greg Kennedy en Vancouver y en Auckland (Nueva Zelanda). Greg debaja el show y el reemplazo permanente que habían encontrado se había lesionado recientemente, así que necesitaban a un malabarista para cubrir el hueco. ¡Menuda oportunidad! Me lancé.
Para los que no estéis familiarizados, el número cónico es hacer malabares dentro de un cono gigante de metacrilato. Las bolas se mueven por la superficie, orbitando el cuerpo del malabarista en espirales, y el malabarista las coge y las redirige en un caos organizado. Es un accesorio de malabares único y no es particularmente intuitivo. Aquí puedes ver un vídeo de Greg en el cono:
¿Reconoces el vídeo? Se hizo viral hace varios años y después salio en un anuncio de tarjetas de crédito que se emitió a nivel mundial.
Este es el número del espectáculo Totem del Circo del Sol, que cuenta la evolución del hombre y los retos de la Humanidad. Greg hacía el papel del científico, y el cono estaba decorado con motivos retrofuturistas (una descripción que solo tiene sentido cuando has visto el número – del que al menos puedes ver el traíler). Fíjate en el segundo 34.
Siempre es un puzzle mental aprender la coreografía de alguien. Las decisiones que tenían sentido para un artista pueden no tenerlo para otro. Ya es difícil aprender patrones de tres bolas en el aire, pero el número del cono tiene 5 bolas con una docena de patrones, transiciones y cambios sincronizados con la música. Además se hace en la oscuridad, con bolas de LED que te rodean y se reflejan contra el cristal.
El equipo artístico había pedido que el sustituto de Greg tuviera 6 meses de entrenamiento antes de estar listo para ejecutar el número. Pero entre la lesión del sustituto original y y propia agenda de viajes, solo tuve dos meses para ensayar el número. No os preocupeis. ¡Greg tenía un plan!
Greg Kennedy no es solo un malabarista; también es ingeniero. Ese punto de vista se muestra en su originalidad como malabarista (si pensáis que el cono es novedoso, ¡deberíais ver algunos de sus otros inventos!), y también en su régimen de entrenamientos. Cuando me presenté en su carpa para mi primer entrenamiento en Portland, me presentó a la hoja de cálculo.
La hoja de cálculo es una manera de monitorizar tu progreso, dándote una imagen fría y directa de tus fallos. Te metes en el cono y calientas un minuto. Luego apuntas el número de intentos que necesitas para lograr 50 recogidas de un patrón concreto. Le das caña al patrón hasta que lo controlas, luego pasas al siguiente. Cuando empecé, tardé una hora en rellenar la hoja. Casando y sudoroso salía del cono con una hoja llena de 7, 8 o 15 intentos. Deprimente. En el transcurso de dos meses los números habían mejorado constantemente, haciéndose más y más pequeños hasta que recientemente el gráfico solo mostraba unos.
Eso demostró que estaba listo para mi primer show con el Circo del Sol, y me sentía preparado. Nunca antes había entrenado un número de una manera tan metódica. ¡Ni si quiera para la graduación de mi escuela de circo! Ver mi progreso de forma cuantificable me hizo ganar confianza con este nuevo elemento y también en mis propias habilidades como malabarista.
Thom Wall es un malabarista, pero también un artista de vodevil, un animador, un orador y un comediante. Vive en Estados Unidos, pero ha recorrido el mundo con sus números. Thom ha actuado con el Circo del Sol y ha recibido más de 20 premios nacionales e internacionales por sus actuaciones. Es un habitual de la lista de los 40 mejores malabaristas del mundo. Últimamente ha estado trabajando en el Circo del Sol como malabarista en solitario en el espectáculo «Totem» de gira por Japón, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda. |